Compartimos el mensaje de Mario Trucco, Director Ejecutivo de ALEA, a María Rosa Frencia sobre el comienzo de esta nueva etapa vital.
“La semana pasada un breve telegrama confirmaba aquello que ya sabíamos que ocurriría pero que, realmente, no habíamos asumido.
Mediante un telegrama de renuncia formal, María Rosa nos informaba que, finalmente, su beneficio jubilatorio había sido aprobado.
Una imagen nítida de 1988 y de quien me recibió en mi primer día de trabajo en ALEA me vino a la mente de inmediato. Mis primeras instrucciones, cómo debía usar una máquina de escribir eléctrica IBM, cómo pedir una llamada de larga distancia. En ese momento, María Rosa llevaba más de doce años trabajando en ALEA, su experiencia entonces ya era considerable, porque había comenzado a trabajar el 1° de noviembre de 1975.
Desde ese día, juntos caminamos este largo camino en la Asociación compartiendo crecimiento, logros, errores, alegrías y tristezas, laborales y personales.
Básicamente, la vida misma.
Dueña de una memoria prodigiosa y de una envidiable red de contactos extendida a lo largo del país, María Rosa brindó a lo largo de estos más de 45 años una profunda dedicación y esfuerzo, colaborando para que ALEA logre ser la Asociación que es hoy.
Sentimientos encontrados tuve al recibir y leer el telegrama, por un lado, un poco de tristeza por la confirmación de no poder contar en el día a día en lo laboral con ella. Y, por otro, una gran alegría al entender que se había ganado el beneficio de retirarse con la satisfacción de haberlo dado todo y que, como gran amiga, podré seguir contando con ella por mucho tiempo más.
María Rosa, ¡lo mejor para vos en esta nueva etapa que recién comienza!”
